Miguel Ángel Ballesteros bio photo

Miguel Ángel Ballesteros

Maker, using software to bring great ideas to life. Manager, empowering and developing people to achieve meaningful goals. Father, devoted to family. Lifelong learner, with a passion for generative AI.

Email LinkedIn Github
RSS Feed

23 Enero: Foco Absoluto

23 Enero: Foco Absoluto

“Debes enamorarte de tu trabajo… Dedica tu vida a dominar tu habilidad.”Jiro Ono, Jiro Dreams of Sushi

Fuente/Tradición: Shokunin (Artesanía Japonesa)

La Historia: El Maestro del Sushi

En el subsuelo de Tokio, cerca de la estación de metro de Ginza, hay un pasillo modesto que no parece conducir a ninguna parte importante. Sin embargo, allí se encuentra Sukiyabashi Jiro, un restaurante con solo diez asientos en la barra, baño exterior y una decoración austera. A pesar de su apariencia humilde, ha tenido tres estrellas Michelin y presidentes como Barack Obama han cenado allí.

El dueño es Jiro Ono. Tiene más de 90 años (nació en 1925). Y todos los días, sin excepción, hace sushi.

La vida de Jiro es un estudio en monotonía sagrada. Durante décadas, su rutina ha sido idéntica. Se levanta antes del amanecer. Solía ir personalmente al mercado de pescado de Tsukiji cada mañana para inspeccionar el atún, hasta que un ataque al corazón a los 70 años le obligó a delegar esa tarea en su hijo mayor, Yoshikazu (que tiene 60 años y sigue siendo un “aprendiz”).

Jiro regresa al restaurante. Prueba el arroz. El arroz se cocina a una presión específica, con una mezcla de vinagres que es secreto de estado, y se sirve a la temperatura exacta del cuerpo humano. Si está demasiado frío o demasiado caliente, se tira. Luego masajea el pulpo. No durante 5 minutos. Durante 45 minutos. A mano. Para romper las fibras y darle la textura de terciopelo que él exige.

Jiro no tiene hobbies. No juega al golf. No se va de vacaciones a Hawai. Dice que se siente extraño cuando no está en el restaurante. Incluso cuando duerme, sueña con sushi, con nuevas formas de cortar el pescado, con mejoras infinitesimales en la presión de sus dedos.

Sus aprendices pasan diez años trabajando con él antes de que les deje cocinar un huevo (tamago). Diez años. Muchos renuncian el primer día porque el estándar de exigencia es asfixiante. Jiro no busca ser rico (aunque lo es). No busca abrir franquicias en Nueva York y Londres. Podría haber construido un imperio global, pero eligió la profundidad vertical.

“Yo sigo subiendo la montaña”, dice en el documental Jiro Dreams of Sushi, “pero nadie sabe dónde está la cima”. Incluso a los 90 años, siente que todavía no ha alcanzado la perfección. Siente que hoy puede hacer el sushi un poco mejor que ayer.

La Lección:

Vivimos en la era de la distracción masiva y la superficialidad. Queremos ser “polímatas”. Queremos hacer diez cosas a la vez. Queremos ser emprendedores, influencers, atletas, inversores y viajeros, todo antes de los 30. El resultado es que somos mediocres en todo. Somos un lago de un kilómetro de ancho y un centímetro de profundidad.

El camino del Shokunin (el artesano dedicado) es el opuesto: estrechar el foco hasta que queme como un láser. La disciplina no es solo hacer lo que debes; es renunciar a todo lo demás. Es la capacidad de decir “NO” a mil oportunidades buenas para poder decir “SÍ” a una sola cosa genial.

Jiro nos enseña que la felicidad y el sentido no se encuentran en la variedad, sino en la profundidad. En la inmersión total. En conocer tu oficio tan íntimamente que se convierta en una extensión de tu alma. Si dispersas tu energía, eres inofensivo. Si la concentras en un solo punto, puedes atravesar el acero.

Reflexión Final:

  1. La Dispersión: ¿Cuántos proyectos o “frentes” tienes abiertos ahora mismo? ¿Estás intentando cazar cinco conejos a la vez? (Recuerda: quien caza cinco conejos, no atrapa ninguno).
  2. La Profundidad: ¿Cuándo fue la última vez que trabajaste en algo con tanta profundidad y obsesión que perdiste la noción del tiempo y del espacio?
  3. La Práctica de Hoy: Practica el “Monotasking Radical”. Elige un bloque de 90 minutos hoy. Apaga el móvil (modo avión). Cierra el email. Desconecta el WiFi si es necesario. Dedícate a UNA sola tarea importante. No cambies de ventana. No te levantes. Profundiza hasta que duela.