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Miguel Ángel Ballesteros

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30 Enero: Preparando la Fortaleza

30 Enero: Preparando la Fortaleza

“De las cosas que existen, unas dependen de nosotros y otras no.”Epicteto, Enquiridión

Fuente/Tradición: Estoicismo

La Historia: El Esclavo Cojo

Epicteto no nació siendo un gran filósofo. Nació siendo un esclavo en Hierápolis (actual Turquía). Su nombre ni siquiera es un nombre real; Epictetos significa simplemente “adquirido” o “comprado” en griego. Era una propiedad, un objeto.

Su amo, Epafrodito, era un hombre cruel y sádico que servía en la corte de Nerón. Se cuenta que, en un ataque de ira o quizás por pura diversión perversa, Epafrodito le retorció la pierna a Epicteto en una máquina de tortura. Epicteto, en lugar de gritar o suplicar, lo miró con una calma sobrenatural y le advirtió: “Si sigues, la vas a romper”. El amo continuó apretando. La pierna se rompió con un crujido seco. Epicteto no lloró. Simplemente dijo: “¿Lo ves? Te dije que se rompería”.

Quedó cojo para el resto de su vida. Pero en ese momento de dolor extremo, Epicteto descubrió la libertad absoluta. Su amo podía controlar su cuerpo, podía romperle los huesos, podía encadenarlo. Pero no podía tocar su mente. No podía obligarlo a creer algo que no quería creer, ni a sentir miedo si él elegía no sentirlo.

Esta distinción radical —la Dicotomía del Control— se convirtió en la base de su enseñanza cuando finalmente fue liberado y fundó su escuela. “Eres un actor en una obra de teatro”, decía. “El autor (el destino/Dios) elige el papel. Puede que te toque ser rey o mendigo, sano o cojo. Tu trabajo no es elegir el papel. Tu trabajo es interpretarlo con excelencia”.

Mañana empezamos el mes del Autocontrol. Y la base del autocontrol es saber dónde termina tu poder y dónde empieza el caos del mundo. Si intentas controlar lo que no es tuyo (la opinión de otros, el clima, la economía, el pasado), serás un esclavo perpetuo, ansioso y frustrado. Si te centras solo en lo que es tuyo (tus juicios, tus acciones, tu voluntad), serás invencible.

La Lección:

La disciplina (Enero) nos ha enseñado a actuar. El autocontrol (Febrero) nos enseñará a reaccionar (o a no hacerlo). Muchas veces perdemos la disciplina no porque no sepamos trabajar, sino porque nos derrumbamos emocionalmente cuando algo externo sale mal.

  • Te enfadas porque hay tráfico.
  • Te deprimes porque no te dieron el “like”.
  • Te rindes porque llovió.

Estás atando tu paz interior a cosas que no dependen de ti. Estás entregando el mando de tu vida a extraños y a circunstancias aleatorias. Epicteto te dice: Recupera el mando. Cierra las puertas de tu ciudadela interior. Deja que el mundo gire y grite fuera. Dentro, tú eres el rey.

Reflexión Final:

  1. El Círculo de Control: Dibuja dos círculos, uno dentro de otro. En el de fuera escribe lo que te preocupa. En el de dentro, lo que realmente puedes controlar de eso.
  2. La Pierna Rota: ¿Qué “pierna rota” (circunstancia dolorosa e inmutable) estás intentando arreglar inútilmente en lugar de aceptarla y seguir caminando?
  3. La Práctica de Hoy: Cada vez que sientas una punzada de estrés o ira hoy, hazte la pregunta sagrada: “¿Esto depende de mí?”. Si la respuesta es NO, di mentalmente “No es asunto mío” y suéltalo.