17 Marzo: El Círculo de Competencia

“No es necesario ser brillante, solo un poco más sabio que los demás, en promedio, durante mucho, mucho tiempo.” — Charlie Munger

Fuente/Tradición: Inversión (Value Investing) / Epistemología

La Historia: El Chófer de Planck

Max Planck ganó el Premio Nobel de Física en 1918 por descubrir la mecánica cuántica. Después de recibir el premio, fue invitado a dar conferencias por toda Alemania. Su chófer lo llevaba de ciudad en ciudad, y se sentaba siempre en la última fila a escuchar. Después de meses de gira, el chófer se sabía la conferencia de memoria. Un día, mientras viajaban hacia Múnich, el chófer le dijo: —Profesor Planck, debe ser aburrido repetir lo mismo cada noche. Tengo una idea. En Múnich nadie nos conoce. ¿Por qué no intercambiamos los papeles? Yo me pongo su traje y doy la conferencia, y usted se pone mi gorra de chófer y se sienta en la primera fila. A Planck le divirtió la propuesta y aceptó.

El chófer subió al estrado y dio la conferencia magistralmente. Repitió cada palabra, cada pausa, cada fórmula matemática. El público aplaudió entusiasmado. Pero al final, un profesor de física de la audiencia levantó la mano e hizo una pregunta extremadamente técnica y compleja. El chófer, sin perder la compostura ni un segundo, respondió: —Me sorprende que en una ciudad tan avanzada como Múnich me hagan una pregunta tan elemental. Es tan sencilla que voy a dejar que mi chófer, que está sentado en la primera fila, se la responda.

Esta anécdota ilustra la diferencia fundamental entre dos tipos de conocimiento:

1. El Conocimiento de Planck: Sabes de lo que hablas. Has hecho el trabajo. Entiendes los principios fundamentales. Puedes responder a preguntas nuevas.
2. El Conocimiento del Chófer: Sabes sonar como si supieras. Has memorizado el vocabulario. Puedes repetir lo que has oído. Pero si te sacan del guion, estás perdido.

Charlie Munger y Warren Buffett, los inversores más exitosos de la historia, basan toda su estrategia en esta distinción. Lo llaman el Círculo de Competencia. Ellos dibujan un círculo alrededor de lo que saben de verdad (seguros, banca, bienes de consumo). Y se niegan rotundamente a invertir un solo dólar fuera de ese círculo (tecnología, biotecnología, cripto), por muy prometedor que parezca. “No tenemos que saber de todo”, dicen. “Solo tenemos que saber dónde están los bordes de lo que sabemos”.

La Lección:

El ego nos empuja a opinar de todo. En una cena, hablamos de geopolítica, de epidemiología, de economía y de fútbol con la misma seguridad. Creemos que decir “no lo sé” es una derrota. En realidad, “no lo sé” es el principio de la sabiduría y la seguridad.

Si actúas fuera de tu Círculo de Competencia, no estás invirtiendo ni decidiendo; estás apostando. Estás caminando a ciegas por un campo de minas. El guerrero conoce sus armas. Sabe usar la espada, pero no intenta pilotar un helicóptero si no sabe. La verdadera inteligencia no es saberlo todo. Es saber qué es lo que no sabes.

Reflexión Final:

1. Tu Círculo: Define tu territorio. ¿En qué eres realmente competente? (¿Programación Java? ¿Cocina italiana? ¿Ventas B2B?).
2. La Zona de Peligro: ¿En qué áreas estás fingiendo? ¿Dónde estás usando el “Conocimiento del Chófer”? (¿Opinando sobre inversiones que no entiendes? ¿Dando consejos de salud?).
3. La Práctica de Hoy: El poder del “No lo sé”. Hoy, busca una oportunidad para decir estas tres palabras mágicas. Si alguien te pregunta tu opinión sobre un tema que no dominas (la guerra en X país, la última tecnología Y), no te inventes nada. Di: “No tengo suficiente información para tener una opinión sólida”. Siente el alivio de no tener que fingir ser listo.