22 Marzo: Esencialismo
22 Marzo: Esencialismo
“Si no es un ‘Sí’ rotundo, es un ‘No’.” — Greg McKeown, Esencialismo
Fuente/Tradición: Minimalismo / Gestión de Energía
La Historia: El Uniforme del Genio
Si buscas fotos de Steve Jobs en sus últimos 15 años de vida, verás siempre lo mismo: un jersey de cuello alto negro de Issey Miyake, unos vaqueros Levi’s 501 desgastados y unas zapatillas New Balance grises. Si miras a Mark Zuckerberg, verás camisetas grises. Si miras a Barack Obama durante su presidencia, verás solo trajes azules o grises.
¿Por qué los hombres más poderosos y creativos del mundo visten como personajes de dibujos animados, siempre igual? ¿Es falta de estilo? ¿Es pereza? No. Es una estrategia de defensa cognitiva brutal. Jobs entendía un principio de la neurociencia que la mayoría ignoramos: La Fatiga de Decisión.
Tu cerebro tiene una “batería de decisiones” limitada cada día. Cada vez que eliges algo, gastas un poco de esa batería.
- “¿Qué desayuno? ¿Café o té?” (Gasto).
- “¿Qué me pongo? ¿La camisa azul o la blanca?” (Gasto).
- “¿Contesto este email ahora o luego?” (Gasto).
Si gastas tu energía en estas decisiones triviales por la mañana, llegas a las 11:00 con la batería al 70%. Cuando tienes que tomar una decisión vital (diseñar el iPhone, aprobar una ley, contratar a un directivo), tu cerebro está cansado. Y un cerebro cansado toma decisiones estúpidas o impulsivas. Jobs eliminó las decisiones triviales para reservar el 100% de su energía para lo esencial.
El Esencialismo no es solo sobre ropa. Es la disciplina de distinguir los “pocos vitales” de los “muchos triviales”. Vivimos en la cultura del “Sí”. Decimos sí a todo por miedo a perdernos algo (FOMO) o por miedo a decepcionar.
- “¿Vamos a cenar?” Sí.
- “¿Te unes a este comité?” Sí.
- “¿Puedes mirar esto?” Sí.
El resultado es que avanzamos un milímetro en un millón de direcciones. Estamos ocupados, pero no somos productivos. Estamos cansados, pero no satisfechos. El Esencialista dice “No” a casi todo, para poder decir un “SÍ” masivo y atronador a lo único que importa.
La Lección:
Greg McKeown propone la “Regla del 90%”. Cuando tengas que decidir si aceptas una oportunidad (un trabajo, una cita, un proyecto), puntúala del 0 al 100. Si la puntuación es entre 0 y 89, la respuesta es NO. Solo si es un 90 o más (un “¡SÍ, POR SUPUESTO!”), la aceptas. Los “bueno, quizás”, “no está mal” o “podría ser interesante” son trampas mortales. Son ladrones de vida. Si no es excelente, es un no.
El guerrero protege su atención con una espada. Sabe que para hacer algo grande, tiene que decepcionar a mucha gente que quiere “un minuto de su tiempo”. Sabe que “No” es una frase completa.
Reflexión Final:
- La Poda: Mira tu agenda de la próxima semana. ¿Qué compromiso está ahí solo por inercia, culpa u obligación social?
- El Coste de Oportunidad: Si dices “sí” a esa reunión aburrida, ¿a qué le estás diciendo “no”? (¿A tu hijo? ¿A tu salud? ¿A tu gran proyecto?).
- La Práctica de Hoy: El Arte del No. Hoy, encuentra una cosa a la que decir “No”. Cancela un compromiso no esencial. Envía un mensaje educado pero firme: “Lo siento, no podré asistir. Tengo que priorizar otros proyectos en este momento”. Siente el miedo a caer mal. Y luego, siente la inmensa libertad del espacio recuperado.