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Miguel Ángel Ballesteros

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29 Julio: Mente de Principiante (Shoshin)

29 Julio: Mente de Principiante (Shoshin)

“En la mente del principiante hay muchas posibilidades; en la del experto, hay pocas.”Shunryu Suzuki

Fuente/Tradición: Zen / Actitud Mental

La Historia: El Maestro que Barría

San Francisco, 1960. El Zen llega a América. Los jóvenes hippies, intelectuales y buscadores espirituales acuden en masa al Centro Zen. Esperan encontrar a un gurú místico que levite, lea la mente y les dé el secreto del universo en frases enigmáticas. En su lugar, encuentran a Shunryu Suzuki. Es un hombre pequeño, de aspecto frágil, que siempre está sonriendo. No parece un “Gran Maestro”. No lleva ropas de seda dorada. Se levanta a las 4 de la mañana. Se pone su túnica de trabajo remendada. Y barre el patio. Limpia los baños. Cocina arroz. Arregla las sandalias de los estudiantes. Cuando da charlas, habla de cosas simples: cómo respirar, cómo sentarse derecho, cómo comer con atención. Un día, un estudiante avanzado, un profesor de filosofía de la Universidad de Berkeley, se acerca a él frustrado. —”Maestro Suzuki, he leído todos los sutras. Entiendo la vacuidad (Sunyata). Entiendo el karma. Entiendo la naturaleza de Buda. ¿Qué más hay? ¿Cuándo vamos a hablar de la iluminación avanzada?”. Suzuki deja la escoba. Le mira con bondad y dice: —”Eso es maravilloso. Tienes mucho conocimiento. Ahora, por favor, ve a limpiar el baño de los hombres. Está sucio”.

El estudiante se ofende. “¿Yo? ¿Limpiar baños? ¡Soy un experto en budismo! ¡He venido a aprender los secretos, no a ser conserje!”. Suzuki le explica entonces el concepto de Shoshin (Mente de Principiante). Le dice: “Tu mente está tan llena de tus propias ideas, de tus títulos y de tu orgullo de experto, que no cabe nada más. Eres como una taza llena de té rancio. Si intento echarte té fresco (Zen vivo), se derramará”. La mente del experto es cerrada. Dice: “Ya sé esto”. Cuando dices “ya lo sé”, dejas de mirar. Dejas de escuchar. Dejas de sentir. Te vuelves ciego a la realidad presente porque estás mirando tu mapa pasado. La mente del principiante es vacía. Es abierta. Dice: “No sé”. Y en ese “no sé” hay una curiosidad infinita. Suzuki, a pesar de sus 70 años de práctica intensiva, intentaba cada mañana sentarse en su cojín de meditación (zafu) como si fuera la primera vez. Con el mismo asombro. Con el mismo miedo. Con la misma frescura. “Lo más difícil no es aprender”, decía. “Lo más difícil es no creerse que ya has aprendido”.

La Lección:

La paradoja de la maestría es esta: Para llegar a ser un maestro, debes acumular conocimiento y experiencia durante años. Pero para seguir siendo un maestro, debes estar dispuesto a olvidar ese conocimiento y mirar con ojos frescos cada día. El mayor peligro del éxito es la arrogancia. El “Síndrome del Experto”.

  • El médico veterano que deja de escuchar al paciente porque “ya ha visto mil casos como este” y comete un error de diagnóstico fatal.
  • El empresario exitoso que dice “yo sé lo que quiere el mercado” e ignora las nuevas tendencias hasta que su empresa quiebra (Kodak, Nokia).
  • La pareja que lleva 20 años casada y cree que ya conoce todo del otro, dejando de descubrir a la persona que tiene al lado, que ha cambiado.

El experto está muerto en vida, porque vive en el pasado de su conocimiento acumulado. El principiante está vivo, porque vive en el presente del descubrimiento. Recupera el Shoshin. Es un acto de voluntad. Tienes que decirte a ti mismo: “Quizás no sé nada”. Tienes que bajar de tu pedestal. Tienes que volver a barrer el patio. Mira tu trabajo hoy como si fuera tu primer día. ¿Qué preguntas harías si fueras nuevo? ¿Qué te sorprendería? ¿Qué te parecería absurdo? Mira a tus hijos o amigos como si acabaras de conocerlos en una fiesta. Escúchalos de verdad, no escuches lo que esperas que digan. La inocencia no es ignorancia. Es apertura radical.

Reflexión Final:

  1. La Etiqueta: ¿En qué área te defines como “experto”, “veterano” o “senior”? Cuidado. Esa etiqueta es tu ataúd mental.
  2. El Asombro: ¿Cuándo fue la última vez que te sorprendiste por algo simple en tu campo? Si no te sorprendes, estás dormido.
  3. La Práctica de Hoy: Haz algo que haces siempre (conducir, comer, una reunión), pero finge que eres un alienígena o un niño que acaba de llegar a la Tierra. No sabes qué es. No tienes prejuicios. Explóralo con curiosidad total. “¡Mira qué curioso es esto!”.