Miguel Ángel Ballesteros bio photo

Miguel Ángel Ballesteros

Maker, using software to bring great ideas to life. Manager, empowering and developing people to achieve meaningful goals. Father, devoted to family. Lifelong learner, with a passion for generative AI.

Email LinkedIn Github
RSS Feed

15 Agosto: Ganar Amigos

15 Agosto: Ganar Amigos

“Recuerda que para toda persona, su nombre es el sonido más dulce e importante en cualquier idioma.”Dale Carnegie, Cómo ganar amigos e influir sobre las personas

Fuente/Tradición: Relaciones Humanas / Psicología

La Historia: Los Conejos de Carnegie

Escocia, mediados del siglo XIX. Un niño pobre llamado Andrew Carnegie (que luego se convertiría en el Rey del Acero y el hombre más rico del mundo) tiene un problema. Ha conseguido una coneja madre. Y la coneja ha tenido una camada de conejitos. Andrew está encantado, pero tiene un problema logístico grave: no tiene dinero para comprar comida para tantos conejos. Y los conejos comen mucho. Si no hace algo, morirán de hambre. Andrew es un niño astuto. Observa a los otros niños del vecindario. Sabe que a todos los niños les gusta el estatus, el reconocimiento, sentirse parte de algo. Así que se le ocurre un plan brillante. Reúne a los niños de la calle y les hace una oferta: “Si vais al campo a recoger tréboles y dientes de león para alimentar a estos conejos, yo bautizaré a los conejitos con vuestros nombres”. El plan funcionó como magia. Los niños se sintieron honrados. “¡Ese conejo se llama como yo!”. Trabajaron incansablemente, trayendo kilos de hierba fresca cada día. Los conejos crecieron gordos y felices. Andrew no tuvo que gastar ni un centavo ni levantar un dedo. Y los niños estaban felices porque su ego había sido acariciado.

Años más tarde, Andrew Carnegie usó la misma psicología para ganar millones. Quería venderle rieles de acero a la compañía Pennsylvania Railroad. El presidente de la compañía era J. Edgar Thomson. ¿Qué hizo Carnegie? Construyó una enorme planta de acero en Pittsburgh y la llamó “Edgar Thomson Steel Works”. Cuando Thomson vio su nombre en letras gigantes en la fábrica, su ego se infló. ¿A quién crees que le compró los rieles? Por supuesto, a Carnegie.

Dale Carnegie (que cambió la ortografía de su apellido para asociarse con el famoso millonario) estudió estas historias y destiló el principio: El ser humano es una máquina de ego. Necesitamos sentirnos importantes tanto como necesitamos comer. Y la etiqueta más directa de nuestra importancia es nuestro Nombre. Cuando alguien recuerda tu nombre, te está diciendo: “Eres importante. Te veo. Te respeto”. Cuando alguien lo olvida o lo escribe mal, te está diciendo: “Eres irrelevante”.

La Lección:

Si entras en una habitación hablando de TI, de TU producto, de TUS problemas, aburres. Si entras preguntando por ELLOS, usando SU nombre, validando SUS emociones, te aman. Y cuando te aman, te escuchan. El guerrero no impone su voluntad a gritos. Usa el “Poder Blando”. Sonríe. Escucha más de lo que habla. Elogia sinceramente (no adulación falsa, busca algo real que admirar). Si quieres que alguien haga algo, haz que quiera hacerlo. Alinea tu objetivo con sus deseos. “Si haces esto, tú ganas X”. Deja de intentar ganar discusiones. Nadie gana una discusión. Si pierdes, pierdes. Si ganas, el otro se siente humillado y te odia, así que pierdes. Gana corazones, y las mentes seguirán.

Reflexión Final:

  1. El Protagonista: En tus conversaciones de hoy, ¿cuánto tiempo has hablado de ti y cuánto del otro?
  2. El Elogio: ¿Cuándo fue la última vez que elogiaste sinceramente el trabajo de alguien?
  3. La Práctica de Hoy: Haz el “Desafío Carnegie”. Hoy, no critiques, no condenes y no te quejes. Y haz un elogio sincero a tres personas distintas. Observa sus caras.