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Miguel Ángel Ballesteros

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16 Agosto: Escucha Activa

16 Agosto: Escucha Activa

“La negociación no es una batalla; es un proceso de descubrimiento. El objetivo es descubrir lo que el otro realmente necesita.”Chris Voss, Never Split the Difference

Fuente/Tradición: Negociación de Rehenes / FBI

La Historia: El Robo en Brooklyn

Brooklyn, Nueva York. 1993. Chase Manhattan Bank. Tres ladrones armados han tomado el banco. Tienen rehenes. La policía tiene el edificio rodeado. Francotiradores en los tejados. SWAT en la puerta. El ambiente es eléctrico. Un movimiento en falso y mueren civiles. Al otro lado del teléfono, en el centro de mando, está Chris Voss, negociador del FBI. Su trabajo no es disparar. Su trabajo es hablar. Pero Voss no usa la fuerza. No grita. No amenaza. Usa algo mucho más potente: su voz. Voss emplea lo que él llama la “Voz de DJ de Radio de Madrugada” (Late Night FM DJ Voice). Es un tono bajo, calmado, lento y descendente. Transmite una seguridad absoluta y una calma contagiosa. “Parece que estás muy enfadado…”, dice Voss. No dice: “Sal con las manos en alto”. Dice: “Parece que sientes que no te hemos tratado con respeto”. Está usando Empatía Táctica. No está de acuerdo con los ladrones (son criminales). Pero está validando sus emociones. Los ladrones, que esperaban gritos y amenazas, se quedan descolocados. Se sienten escuchados. Y cuando un ser humano se siente escuchado, su sistema nervioso parasimpático se activa. Se calma. La adrenalina baja. La racionalidad vuelve. Voss no negocia con lógica (“si te rindes, te reduciremos la pena”). Negocia con biología. Al final, los ladrones se rindieron. Sin un solo disparo. Salieron por la puerta porque confiaban más en la voz de Voss que en sus propios cómplices.

La Lección:

La mayoría de nosotros somos pésimos negociadores (con nuestros jefes, parejas o hijos) porque creemos que negociar es convencer. Creemos que es un debate lógico. “Yo tengo razón, tú estás equivocado, aquí están mis datos”. Error. La gente no cambia de opinión porque les des datos. Cambian de opinión cuando se sienten comprendidos.

La herramienta más poderosa del guerrero no es su espada, es su oído. La Escucha Activa no es callarse esperando tu turno para hablar. Es callarse para entender. Es escuchar lo que no se dice. Es identificar la emoción detrás de la queja. Si tu pareja te grita “¡Nunca sacas la basura!”, no está hablando de la basura. Está hablando de “Siento que no me valoras” o “Siento que cargo con todo el peso”. Si respondes con lógica (“La saqué el martes”), pierdes. Si respondes con Empatía Táctica (“Parece que sientes que no colaboro lo suficiente”), ganas. Desarmas la bomba.

Reflexión Final:

  1. El DJ: ¿Cómo es tu voz cuando discutes? ¿Gritas? ¿Te aceleras? (Eso sube la tensión). Prueba a bajar el tono y la velocidad.
  2. El Espejo: La próxima vez que alguien te cuente un problema, no des consejos. Solo repite sus últimas 3 palabras con tono de pregunta. (Ellos: “Estoy harto de mi jefe”. Tú: “¿De tu jefe?”. Ellos: “Sí, porque…”). Verás cómo se abren.
  3. La Práctica de Hoy: En una conversación hoy, usa la frase: “Parece que…” para etiquetar la emoción del otro. “Parece que esto te preocupa mucho”. Y luego cállate. Deja que el silencio haga el trabajo. (“En cuanto se calle, le voy a decir que se equivoca”). Eso no es escuchar. Eso es recargar el arma. La escucha activa es el superpoder de la influencia. Cuando alguien se siente realmente escuchado, baja sus defensas. Se crea una conexión química (oxitocina). Di: “Parece que esto es muy importante para ti porque…”. Y cállate. Deja que hablen. Deja que se vacíen. Solo cuando se hayan vaciado de emoción, habrá espacio para tu lógica. Antes de eso, estás hablando con una pared emocional.

Reflexión Final:

  1. El Turno: En tu próxima conversación, observa: ¿Estás escuchando o esperando tu turno?
  2. El Etiquetado: Prueba a decir “Parece que estás frustrado por X”. Y mira qué pasa. (Casi siempre dirán “¡Exacto!” y se relajarán).
  3. La Práctica de Hoy: Ten una conversación de 5 minutos donde NO hables de ti. Solo haz preguntas y refleja lo que dice el otro. “Así que te sientes…”. “Lo que quieres decir es…”. Conviértete en un espejo.