26 Septiembre: El Efecto Pigmalión
26 Septiembre: El Efecto Pigmalión
“Trata a un hombre como es, y seguirá siendo lo que es. Trata a un hombre como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser.” — Johann Wolfgang von Goethe
Fuente/Tradición: Psicología Educativa / Liderazgo
La Historia: Los Alumnos Brillantes
California. 1968. El psicólogo Robert Rosenthal hace un experimento en una escuela primaria. Pasa un test de inteligencia a todos los alumnos. Luego, reúne a los profesores y les da una lista de nombres. “Estos alumnos”, les dice, “han sacado puntuaciones extraordinarias. Son genios en potencia. Esperamos que den un gran salto intelectual este año”. Los profesores asienten. “Ajá, ya me lo parecía a mí”. La realidad es que la lista era aleatoria. Esos niños no eran más listos que los demás. Eran niños promedio elegidos al azar. Rosenthal se va y vuelve un año después. Vuelve a pasar el test. ¿Qué ocurre? Los niños de la lista “mágica” han aumentado su coeficiente intelectual de forma espectacular. Sacan mejores notas. Son más participativos. ¿Por qué? Porque los profesores creyeron que eran listos. Y esa creencia cambió su comportamiento (de forma inconsciente). Les sonreían más. Les daban más tiempo para responder. Les daban feedback más detallado. Les miraban con brillo en los ojos. Y los niños, al sentirse mirados como genios, actuaron como genios. Se llama Efecto Pigmalión (o Profecía Autocumplida). Las expectativas de una figura de autoridad crean la realidad del subordinado.
La Lección:
Esto funciona en dos direcciones.
- Hacia los demás: Si tratas a tu equipo/hijos/pareja como si fueran inútiles, se volverán inútiles (Efecto Golem). Si los tratas como a campeones, subirán su nivel para igualar tu mirada. Como líder, tu trabajo es ver la grandeza en ellos antes de que ellos la vean.
- Hacia ti mismo: Tu entorno social te está haciendo esto a ti. Si tus amigos te ven como “el gordito simpático”, te costará horrores ponerte en forma. Su mirada te ancla. Si tus amigos te ven como “el emprendedor exitoso” (aunque aún no lo seas), te comportarás como tal.
Rodéate de gente que tenga expectativas altas de ti. Gente que no acepte tu mediocridad. Gente que, cuando dices “no puedo”, te digan “¿En serio? Yo sé que puedes. Demuéstralo”. Esa presión positiva es oro. Busca ojos que te miren con admiración y exigencia. Y sé tú esos ojos para los demás.
Reflexión Final:
- La Etiqueta: ¿Qué etiqueta te ha puesto tu entorno? ¿Te ayuda o te limita?
- La Mirada: ¿A quién estás “haciendo pequeño” con tu mirada y tus bajas expectativas?
- La Práctica de Hoy: Elige a alguien hoy y trátalo como si fuera la persona más inteligente y capaz del mundo. Escúchale con atención total. Valida sus ideas. Observa cómo se endereza su espalda y brilla. Has hecho magia.