29 Septiembre: Mimetismo y Autenticidad

“El hombre es la criatura que no sabe qué desear, y por eso se vuelve hacia los demás para decidirse. Deseamos lo que otros desean porque imitamos sus deseos.” — René Girard

Fuente/Tradición: Teoría Mimética / Antropología

La Historia: El Triángulo del Deseo

René Girard, historiador y filósofo francés, descubrió un patrón universal en la literatura (desde Shakespeare hasta Cervantes) y en la historia humana. Lo llamó Deseo Mimético. Creemos que el deseo es una línea recta: Yo (Sujeto) deseo ese Coche (Objeto). Girard dice que no. El deseo es un triángulo. Yo (Sujeto) miro a un Modelo (Influencer, vecino, jefe). El Modelo desea el Coche. Entonces, yo deseo el Coche. No porque me guste el coche (quizás es incómodo y caro). Sino porque creo que, si tengo el coche, seré como el Modelo. No deseamos objetos. Deseamos Ser. Deseamos la “esencia” que creemos que el otro tiene. “Si tengo ese reloj, tendré la confianza de James Bond”. “Si tengo ese puesto, tendré el respeto de mi padre”. El problema es que esto lleva inevitablemente al conflicto. Si yo deseo lo que tú deseas, nos convertimos en rivales. Cuanto más nos parecemos, más competimos. Las guerras más sangrientas no son entre extraños, sino entre hermanos (Caín y Abel, Rómulo y Remo) o entre vecinos que quieren lo mismo. Vivimos en una sociedad hiper-mimética (Redes Sociales). Instagram es una máquina de generar deseo mimético. Ves a alguien “feliz” en Bali, y de repente tú “necesitas” ir a Bali. Antes de ver la foto, ni te importaba Bali. Eres un títere de los deseos de otros.

La Lección:

La adaptación al entorno (tema de este mes) tiene un riesgo mortal: perder tu alma. Si te adaptas tanto que empiezas a desear lo que todos desean, te conviertes en una copia. Entras en la “Competencia Estúpida”. Compites por estatus, por likes, por cargos. Te gastas dinero que no tienes, en cosas que no quieres, para impresionar a gente que no te importa. El guerrero rompe el espejo. ¿Cómo?

1. Consciencia: Admite que eres mimético. No digas “yo no”. Todos lo somos. Cuando sientas envidia, detente. “¿Por qué quiero esto? ¿Quién me ha enseñado a quererlo?”.
2. Deseos Densos vs. Delgados:
   • Deseo Delgado: Mimético, superficial, cambia con la moda. (Quiero ser famoso).
   • Deseo Denso: Nace de tu naturaleza profunda, de tu curiosidad, de tu talento único. (Quiero escribir historias, quiero construir casas, quiero cuidar de mi familia).
3. Sal del Triángulo: Deja de mirar al Modelo. Mira al Objeto. ¿Es bueno en sí mismo? ¿Te aporta valor real?

No juegues a juegos de estatus. Son juegos de suma cero (para que yo gane, tú tienes que perder). Juega a juegos de creación de riqueza y belleza. Sé original. No por ser “diferente”, sino por ser Tú.

Reflexión Final:

1. El Modelo: Piensa en alguien a quien tengas envidia. Esa persona es tu Modelo actual. ¿Qué tiene que tú crees que te falta (a nivel de Ser, no de tener)?
2. La Mentira: ¿Qué objeto estás persiguiendo solo porque “se supone” que es éxito?
3. La Práctica de Hoy: Identifica un deseo mimético (algo que vas a comprar o hacer por postura) y cancélalo. Siente el miedo a “ser menos” y luego la libertad de “ser tú”.