Miguel Ángel Ballesteros bio photo

Miguel Ángel Ballesteros

Maker, using software to bring great ideas to life. Manager, empowering and developing people to achieve meaningful goals. Father, devoted to family. Lifelong learner, with a passion for generative AI.

Email LinkedIn Github
RSS Feed

30 Octubre: La Humildad Radical

30 Octubre: La Humildad Radical

“Si quieres cambiar el mundo, ve a casa y ama a tu familia.”Madre Teresa

Fuente: Espiritualidad / Servicio

La Historia: Limpiando las Letrinas

Mahatma Gandhi es conocido como el padre de la India, el hombre que derrotó al Imperio Británico sin disparar una bala. Pero en su ashram, tenía una regla inquebrantable que desconcertaba a los visitantes importantes y a los políticos de casta alta que venían a verle.

En la India, limpiar las letrinas era trabajo de los “intocables”, la casta más baja, considerada impura. Ningún brahmán o persona respetable tocaría jamás un desecho.

Gandhi estableció que todos en su comunidad, incluido él mismo y su esposa, debían limpiar las letrinas por turnos.

Cuando surgieron protestas (y surgieron muchas, incluso de su propia esposa), Gandhi se mantuvo firme. Él entendía que la división de castas era una manifestación social del ego colectivo. “Yo soy mejor que tú, por lo tanto tú limpias mi suciedad”.

Para Gandhi, la libertad política de la India no valía nada si no venía acompañada de una libertad espiritual. Y esa libertad empezaba por destruir la idea de que hay seres humanos superiores a otros. Al limpiar los excrementos, Gandhi no estaba solo higienizando el campamento; estaba higienizando el alma de su nación. Estaba demostrando que el líder más alto debe estar dispuesto a hacer el trabajo más bajo.

La humildad radical no es pensar que no vales nada. Es entender que no hay nada ni nadie por debajo de ti. Es la disolución de la jerarquía del valor humano.

La Lección:

El ego necesita jerarquías. Necesita saber quién está arriba y quién está abajo. La humildad radical aplana el mundo.

Cuando sirves a alguien (a un cliente, a un hijo, a un extraño) con presencia total, sin sentirte superior por “ayudar” ni inferior por “servir”, entras en un estado de gracia.

El poder real no es controlar a otros; es controlarse a uno mismo para poder elevar a otros. La fuerza más poderosa del universo no es la fuerza bruta, es el servicio desinteresado. Porque al que no quiere nada para sí mismo, no se le puede sobornar, ni amenazar, ni vencer.

Reflexión Final:

  1. La Casta Mental: ¿A quién miras por encima del hombro? ¿A quién tratas con menos respeto que a tu jefe?
  2. El Servicio Anónimo: ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por alguien que no podía devolverte el favor?
  3. La Práctica de Hoy: Realiza un acto de servicio “invisible”. Recoge basura de la calle. Deja el baño público más limpio de lo que lo encontraste. Cede el paso. Sirve al mundo en secreto.