28 Diciembre: Silencio
28 Diciembre: Silencio
“La gratitud es la memoria del corazón.” — Jean Baptiste Massieu
Día del Vacío Fértil.
Hoy vamos a practicar la Gratitud Radical. La gratitud normal es fácil: das las gracias por los regalos, por la comida rica, por el sol, por la salud. Eso lo hace cualquiera. La Gratitud Radical es la disciplina del guerrero. Consiste en dar las gracias por todo. Especialmente por lo que dolió. Porque el dolor fue el cincel que te esculpió.
La Práctica de Hoy:
El Inventario de Cicatrices.
- Siéntate en silencio en un lugar tranquilo. Cierra los ojos.
- Haz un repaso mental de este año que termina.
- No busques los éxitos ni los momentos felices. Busca las heridas.
- Ese rechazo profesional que te dolió en el orgullo.
- Esa discusión que te rompió el corazón.
- Ese momento de soledad angustiosa.
- Ese error vergonzoso que cometiste en público.
- Esa enfermedad o lesión física.
- Trae cada uno de esos momentos a tu mente, uno a uno. Siente el eco del dolor.
- Y ahora, para cada uno, di en voz alta o mentalmente: “Gracias”.
- “Gracias al rechazo, porque me enseñó a no depender de la aprobación externa y a buscar mi propio camino”.
- “Gracias al error, porque mató mi arrogancia y me enseñó humildad”.
- “Gracias a la soledad, porque me obligó a hacerme amigo de mí mismo”.
- “Gracias al dolor, porque me hizo fuerte y resiliente”.
- No lo digas como una fórmula vacía. Siéntelo. Siente cómo el plomo pesado del trauma se convierte, alquímicamente, en el oro ligero de la sabiduría. Sin ese dolor, serías más débil, más tonto y más superficial hoy.
- Termina dando gracias por estar vivo, aquí y ahora, respirando. Eres un superviviente. Has atravesado el fuego y no te has quemado; te has templado. Eres un guerrero.
La gratitud disuelve el miedo. No puedes tener miedo y estar agradecido al mismo tiempo. El cerebro no lo permite. Elige la gratitud.